viernes, 8 de noviembre de 2013

domingo, 28 de julio de 2013

viernes, 19 de julio de 2013

Fritz S. Perls.

Yo hago lo mío y tú haces lo tuyo. 

No estoy en este mundo para llenar tus expectativas 

Y tú no estás en este mundo para llenar las mías. 

Yo soy yo y tú eres tú. 

Y si por casualidad no encontramos, es hermoso. 

Si no, no puede remediarse. 

Fritz S. Perls (1893-1970)

"Prólogo de el libro" "Cuando me encuentro con el Capitán Garfio (no) me engancho.



Este pequeño texto creo puede ser de útil en diferentes momentos de la terapia como refuerzo intelectual a la vivencia de situaciones que se repiten en nuestra vida de pareja.

un beso, 
María José

PRÓLOGO A ESTA EDICIÓN
Estoy sentada frente a la mesa, mi mano sostiene el bolígrafo y
mi mente se obstina en poner palabras sobre el papel para que sirvan
de prólogo al libro.
Respiro... y me siento con el deseo de querer expresar mis sentimientos y mis ilusiones con respecto a todo lo escrito durante estos
meses, después... me preocupo...
Voy a ocuparme... Las autoras de Cuando me encuentro con el Capitán Garfio... (no) me engancho, somos psicoterapeutas gestálticas; partimos de la creencia de que a través del darse cuenta y de las emociones vividas y expresadas, el ser humano recobra su capacidad de ser persona; y que al sentirnos responsables de nuestra propia existencia, la aventura de vivir se convierte en algo maravilloso, creativo y pleno.
De nuestra propia experiencia como personas y como terapeutas han surgido los capítulos de este libro. Puedo asegurar que no son sólo palabras, sino sentimientos expresados por nosotras y por aquellas personas que deseando sentirse bien, han confiado en nosotras para conocerse más y para crecer.
No queríamos escribir un libro sobre teoría de la Psicoterapia Gestalt, sobre teoría ya hay, y muy buenos. Queríamos escribir, fundamentalmente, un libro práctico, un libro vivo, encaminado a movilizar al lector y, sinceramente, deseamos conseguirlo.
Finalmente, parece obligado hacer referencia al título, que resume de una forma general el contenido de la obra. Perls, el fundadorde la Psicoterapia Gestalt, en su Oración dice:
«Yo soy yo, y tú eres tú;
no estoy en este mundo
para llenar tus expectativas;
ni tú las mías;
yo hago mis cosas
y tú las tuyas».
Esta es la consigna de la persona sana, pero, por regla general,todos vamos buscando que alguien nos llene nuestras expectativas,nos deje agarrarnos, nos tape nuestra soledad, nos haga felices, ... y a su vez, lanzamos nuestros «garfios» para conseguir que ese alguien no se nos escape. Nos mantenemos en pie a costa de utilizar a los demás por muletas y cuando la muleta nos falla..., nos hundimos.
Somos Capitanes Garfio y buscamos Capitanes Garfio para agarrarnos, para acallar nuestra inseguridad, para poner un parche a nuestra existencia, para ir «tirando» en lugar de asumir nuestra identidad y vivir con los demás, no por y para los demás.
Por eso, nuestro deseo es que cuando te encuentres con el Capitán Garfio... no te enganches.

viernes, 31 de mayo de 2013

"EL ÁGUILA Y LA GALLINA". Leornado Boff

Y dice ..

Donde quiera que miremos, encontraremos la dimensión-gallina y la dimensión-águila. Aparecen revestidas con muchos nombres: realidad y sueño, necesidad y deseo, historia y utopía, hecho e idea, enraizamiento y apertura, cuerpo y alma, poder y carisma, religión y fe,  partícula  y onda, caos y cosmos, sistema cerrado y sistema abierto, entre otros.

Pag. 43

Leornado Boff



(Gracias Juanjo por tu aportación al prestarme este libro).








miércoles, 29 de mayo de 2013

LO QUE SEA BUENO PARA MÍ, SERÁ BUENO PARA TI.



Cuando creemos que alguien es mala persona pues sus acciones son mal intencionadas y generan sufrimiento en el entorno, nos olvidamos fácilmente que no existen personas malas, existen personas con distorsiones que actúan de forma incoherente e ilógica, pues si le hacemos daños a l@s demás partimos de hacernos daños a nosotr@s mism@s.

Comprendo que es un concepto con el que no estamos familiarizad@s y se nos suele hacer un tanto difícil de comprender... si observamos que todo efecto tiene una causa.. que las cosas nos suceden por que sí..y nos responsabilizamos de nuestras acciones también comenzaremos a responsabilizar a los demás de sus acciones ( véase que no hablo de culpa sino de responsabilidad), lo que nos servirá a algunas personas para identificar y soltar aquello que no nos pertenece y observar mejor lo que si nos corresponde.

Por lo que acabo de comentar creo que se deduce que existen personas que responsabilizan a los demás de sus errores echando fuera todo lo que les  molesta e incomoda y otras personas que asumen lo de ellas y lo que les cae de fuera lo que genera una gran culpabilidad, es por ello que solemos entrar en la calificación del otr@ como "mala persona".

Para ello creo que tenemos que comprender que cuando hacemos un daño intencionado a alguien, partimos de un daño que sentimos y que se va a engrandecer pues esa actuación distorsionada va a tener un efecto.
 Si por el contrario al sentir esa rabia o indignación la descargamos contra un objeto (cojín, tambor, pataleo, saco de boxeo, escritura)  la liberamos la expulsamos fuera de nosotros, y entonces sí pensamos en lo que es mejor para mí que también será lo que es mejor para el/la otr@.
Si decido perdonar tengo garantizado el sentimiento liberador que trae el perdón, si decido mantener la distancia sin rencor, estaré evitando que surjan nuevas situaciones incomodas.

Recuerdo hace tiempo una persona que estaba muy cerca de mi me decía pues si es verdad que has perdonado ahora vuelve a tener relación con ellos, y yo le explicaba que no es lo mismo perdonar que permitir  que te hagan daño o abusen de cualquier condición, pues estoy hablando de sentimientos y no de acciones, en la acción puedo poner un límite que me permita a mí respetarme y sentirme segura y ese límite se convierte en la puerta que yo abriré o cerrare según crea conveniente.. y que nada tiene que ver con odiar o con alimentar sentimientos destructivos hacia los demás que me perjudicarán y llevaran a la locura.
Me parece importante que se comprenda que la Ira es un arma destructiva para quienes la sienten que hay que soltarla sin perjudicar a nadie y ser honest@s con un@ mism@s sobre las causas de sus presencia, pues existe un mensaje amplio en nuestra cultura acerca de los inadecuado que es expresar la ira y por ello nos cuesta tanto buscar vías de descarga.

Lo que sea bueno para mi, será bueno para ti, ¡¡no lo dudes!!.

martes, 9 de abril de 2013

PARA REFLEXIONAR...

Felices los que saben reírse de sí mismos, porque nunca terminarán de divertirse.” 
(Santo Tomás Moro)









miércoles, 30 de enero de 2013

Acerca de los límites ( De la Codependencia a la Libertad, Krishnananda.)



      Hace tiempo, Aida (hermana de la vida), me regaló un libro de esos indispensables y necesarios de leer varias veces.¡Gracias amiga!.
En estos momentos he comenzado  a releerlo y creo que es interesante compartir una parte en la que habla de los límites...
Autor: Juan Carlos Gcía. Marrero
 http://juancarlosgarciamarrero.blogspot.com.es/
Siempre digo que los límites no  los ponemos a otra persona, creo que los límites van dirigidos a nosotr@s mism@s, ¿hasta donde debo llegar con el /la otr@?¿Hasta donde quiero que lleguen?. Así podemos comprender que cuando los ponemos desde la descalificación hacia la otra persona, estamos saltándonos un límite con nosotr@s mism@s pues al descalificar un objeto externo partimos de una des-calificación interna.
¿Por qué nos cuesta tanto a determinadas personas poner el límite en nuestro espacio/tiempo/ energías?¿Por qué permitimos que se nos invada: verbalmente, físicamente, o con cargas que no son nuestras? o ¿Por qué nos parece impensable ponernos un límite hacia el espacio de la otra persona?, ¿por qué contamos con un tiempo, unas energías que no son nuestras?. 
Realmente es cómodo no tener que hacer, no tener que cambiar, ni tener que arriesgar. Lo cierto es que cuando entramos en un camino de crecimiento personal la comodidad la pagamos, pues somos responsables de todo lo que deriva de ella.

Y dice Krishnananda en su libro "De la Codependencia a la Libertad" :

Nuestr@ niñ@ interior asustad@ no comprende ni le importa respetar los límites, ni los suyos propios ni los de los demás. La causa es que durante la infancia no se respetó nuestro espacio  ni   nuestra integridad.
Cuando nos encontramos en las garras del miedo, violamos inconscientemente nuestro propio espacio debido al terror a ser rechazados, atacados o ignorados, o violamos el espacio de los demás en nuestra ceguera por la desesperación de conseguir satisfacer  nuestras necesidades. Así, en nuestras relaciones estamos invadiendo o siendo invadid@s todo el tiempo.

 1.-Ser Invadid@.
A menudo ni siquiera sabemos lo que es respetarnos a nosotr@s mism@s lo suficiente como para fijar límites y hacer saber a los demás que están invadiendo nuestro espacio, porque de niñ@s no fuimos capaces de desarrollar la suficiente autoestima y dignidad como para respetar nuestro espacio e indicarle  a los demás cuándo nos estaban invadiendo. En mis talleres, cuando se exponen las muchas formas en que hemos permitido que se traspasen los límites, la gente a menudo se sorprende al saber que eso es algo que tienen derecho a proteger. Creen que no nos merecemos un espacio y continuamente encogemos nuestra energía, haciéndonos cada vez más pequeños, negándonos a nosotr@s mism@s o disculpándonos por existir.Ése es un estado muy doloroso que crea un tremendo resentimiento interior.
En el fondo sabemos que no nos estamos permitiendo vivir nuestro potencial, pero tenemos mucho miedo de que si nos expandimos nos encontraremos con el rechazo, la ira o la incomprensión. Cuando estamos siendo invadid@s es fácil culpar a la otra persona por ser exigente e insensible sin darnos cuenta de nuestras propias exigencias. Yo tardé mucho tiempo en ser capaz de darme cuenta de que en esta situación, la persona que está siendo invadida es una víctima. Esa persona tienen la expectativa inexpresada _ y a menudo inconsciente  _ de que su espacio debería ser respetado sin que siempre tenga que exigirlo.

2. Invadir

En el otro extremo, nuestr@ niñ@ aterrad@ puede ser un/a gran invasor/a de espacio. Simplemente atropellamos a otras personas para conseguir lo que queremos, convencid@s de que " o comes o te comen". Esta creencia está profundamente escondida en un miedo de supervivencia  inconsciente que generalmente se encuentra cubierto por formalidades sociales. A menudo ni siquiera nos damos cuenta que nuestro comportamiento hacia los demás es agresivo y violento.

Nuestras reacciones y exigencias son saboteadoras.

Para nosotr@s es muy difícil ver o sentir nuestr@ propi@ niñ@ aterrad@. Podemos verlo y sentirlo en los demás, pero somos reacios a dirigir el espejo hacia nosotros mismos. Es básico que comprendamos esta parte nuestra.
Cuando nos relacionamos por medio de la reacción y la exigencia saboteamos el amor, el respeto propio y el crecimiento interno. Saboteamos el amor porque nuestra actitud y comportamiento están básicamente centrados en nosotr@s mism@s y no respetamos a la otra persona; saboteamos nuestro propio respeto porque , en el fondo sabemos que cuando actuamos desde la exigencias no nos honramos a nosotr@s mism@s ni a nadie más, y saboteamos nuestro crecimiento interno  porque en este espacio nos enfocamos completamente hacia el exterior, para conseguir lo que queremos de fuera o para culpar  a los de fuera por lo que no conseguimos.

Estos textos  son partes del libro que antes he comentado, los  pueden encontrar a partir de la página 52.





miércoles, 16 de enero de 2013

COMENTARIOS PSICOLÓGICOS SOBRE LAS ENSEÑANZAS DE GURDJIEFF Y OUSPENSKY



Después de una reflexión personal que surge en los últimos meses del año 2012, acerca del esfuerzo y sus resultados, y dentro de la misma línea de trabajo: "la autoobservación" como diagnostico, para una reflexión interna y ajustes necesarios, me apetece compartir parte del texto que pertenece a uno de los volúmenes del Dr. Nicoll "COMENTARIOS PSICOLÓGICOS SOBRE LAS ENSEÑANZAS DE GURDJIEFF Y OUSPENSKY", y dice así:

Cabe la posibilidad de decir que tenemos, por lo general, muchas ideas erróneas sobre el esfuerzo-Trabajo.Creemos que el esfuerzo es algo difícil, comparable al de trepar una cuesta empinada y cubierta de rocas, eligiendo el peor camino, alimentándose de pan duro, quedándose en  pie cuando hay la posibilidad de sentarse, vistiendo por así decir, un tosco sayal y cubriéndose de cenizas.Creo que el esfuerzo-Trabajo es inteligente y se funda en lo que se ha observado en uno mismo, a la luz de la enseñanza del Trabajo. El esfuerzo es justo no se asemeja al que efectúa un payaso de circo que se entrega a esfuerzos inútiles para entretenernos. Nos hace reir. Pero, en rigor,  ¿el payaso no  es nuestra imagen? No, el esfuerzo correcto proviene de comprensión, de ver lo que es necesario en un momento dado para trabajar sobre un@ mism@, y así, a menudo, es sencillo y fácil. Equivale a encontrar el interruptor adecuado lo la llave adecuada. ¿No comprenden que pasarse los años haciendo esfuerzos equivocados  es inútil y que dichos esfuerzos no tienen punto de comparación con un solo momento de discernimiento y esfuerzo correcto?Creo a veces que la tragedia de algunas personas religiosas radica en que han hecho toda su vida esfuerzos equivocados y así desformaron y desgarraron a tal   punto su carácter que se cristalizaron en su lado negativo.
Ahora bien, un ejemplo de esfuerzo inteligente es dejar de creer en una opinión fija, y aceptar otros puntos de vista.Este es un esfuerzo correcto sobre sí y posibilita el crecimiento del Ser. Debemos comprender que la personas llena de actitudes fijas, de topes adquiridos y prejuicios mecánicos está en una prisión. Se ha encarcelado a sí misma en la prisión de su propia psicología mecánica.Estamos, desde luego, todos en la prisión, y el Trabajo se propone mostrarnos cómo es posible salir de ella. Digo,salir de ella. Pero si una persona no  intenta salir, si sigue siendo un hombre/mujer mecánic@, no recibirá ayuda alguna y por sí misma le es imposible salir.
Ahora bien, hablaremos brevemente del esfuerzo. Recordarse a sí mismo es el esfuerzo más correcto que puede hacer una persona. Este esfuerzo nada tiene que ver con las quejas y los suspiros y las caras agriadas, ni con empeñarse en subir cuestas empinadas, por así decir, ni con el sufrimiento paciente que se padece en profundo silencio. No, el esfuerzo de Recuerdo de Sí es hacer lo que conviene.Debemos establecer una conexión y mantenerla.No es olvidar sino recordar que es preciso establecer esta conexión unas pocas veces por día o al menos una vez. Y, como dije a menudo, se la establece mediante la detención de algo-movimiento, pensamiento, tensión, tirantez, sentimiento, -dejando que todo se relaje- y tal vez se logrará una vislumbre de Recuerdo de Sí. Al intentar detener todo, se detiene todo lo que pega a la vida.Este ejercicio nos produce un cambio total en un abrir y cerrar de ojos.Nos pone en relación con lo que busca ayudarnos-hacernos salir de la prisión-. No se cansa un@ de reflexionar sobre este milagro.Pero el constante pensar sobre las preocupaciones y problemas y lo que hay que hacer es exactamente un esfuerzo equivocado y suscitará un identificarse mayor. Nos asemejamos entonces a una persona que desea, por así decir, arrastrar un navío a la cumbre de una montaña. ¿Para qué sirve tal esfuerzo? ¿ Acaso es posible navegar en la nieve que cubre la cumbre de una montaña?.

Os invito a continuar con la lectura en el volumen 3, pag. 419.